FAROLEAR: UN ARTE DEL PÓKER
Es una de las tácticas más utilizadas en el póker, pero sin embargo no todo el mundo la utiliza de la manera correcta y es por ello por lo que te recomendamos esta guía para aprender a farolear.
Uno de los puntos más importantes del póker es saber jugar con y sin cartas. A los mejores jugadores no les importa tanto la suerte, como el saber utilizar los momentos de la partida para ganarla. Eso es porque dominan el arte de farolear, de hacer ver que van mejor, para llevarse manos que seguramente tenían perdidas.
Por ello, para todos aquellos que todavía no sepáis del todo bien cómo mentir jugando al póker tirándose un farol, os hemos preparado esta guía básica con sus puntos más importantes.
EL LENGUAJE CORPORAL Y LA GESTICULACIÓN
Sin duda, el primer elemento y posiblemente el más importante para tener éxito con tus faroles es el lenguaje corporal y la gesticulación que hagas. Para engañar a tus rivales de que vas bien has de transmitir una sensación de confianza, pero sin pasarte de la raya. Deben de entrever tu ilusión entre las pequeñas señales que desprendas cuando juegas esa mano. Eso sí, has de tener cuidado con no teatralizar demasiado tu lenguaje corporal o de lo contrario podrían pillarte y ganarte la mano.
Para dominar el arte del farol, primero has de tener otras técnicas más básicas bien aprendidas, como la cara de póker. Esta la has de mantener en toda la partida y ni siquiera cambiarla cuando vayas a farolear.
A partir de estas premisas, ensaya el no excederte demasiado, pero sí mostrar mínimos detalles para que el resto de los jugadores crean que llevas una mano soberbia y se acaben echando atrás antes de levantar sus cartas.
UN ARTE QUE SE DEBE PRACTICAR
El arte del farol es uno de los más importantes, pero de los más complicados a la vez de aprender. Por ello, se requiere mucha práctica en partidas de póker, previa a la competición.
Nuestra recomendación es que no pruebes estos consejos que te estamos brindando por primera vez en un torneo, sino que lo hagas en partidas amateurs con amigos, conocidos y familiares.
Después, una vez ya tengas bastante interiorizada su práctica, no es recomendable que te tires demasiado a la piscina en tus primeras partidas. Ve poco a poco y viendo qué tal se te da eso de tirarte faroles cuando los nervios aprietan y hay mucho en juego. Es importante tener en cuenta que enfrente tendrás rivales que estudian muy bien tus movimientos y que, en el caso de cazarte, te podrían sacar una gran tajada en una sola mano, porque ir con malas cartas hasta el final puede traer consecuencias nefastas para uno mismo.
MÉTETE EN LA CABEZA DE TUS ADVERSARIOS
Sin duda, esta y otras tácticas del póker requieren que entiendas cómo piensan tus rivales y les ganes en el apartado mental. Para ello se trascendental que veas cómo toman sus decisiones, cómo te estudian y encuentres la manera de engañarles con tus faroles. Métete en su cabeza y machácales en lo mental.
Un buen jugador de póker es el que sabe cuándo mentir y cuándo no en función de los compañeros de mesa que tiene y no solo de las circunstancias de la partida o de las cartas que tenga en mano.
CONCLUSIÓN
En resumen, farolear es uno de los artes más bonitos, pero a la vez complicados del póker. Por ello, te recomendamos que leas nuestra guía, aprendas a utilizarlo y empieces poco a poco, desde niveles más bajos hasta el que te encuentres en tu juego. No tengas demasiada prisa por llevarlo a cabo y espera el momento oportuno siempre.